Doctor Dobson ¿Existe una fórmula cristiana que sea completa para resolver los problemas familiares?
Alberto Einstein dedicó los últimos 30 años de su vida a un valeroso intento para formular una teoría unificadora que explicara todas las dimensiones de la física, pero nunca lo logró. Del mismo modo, dudo que alguna vez la personalidad humana llegue a ser reducida a una comprensión simple. Nosotros somos demasiado complejos para ser simplificados de esa forma. Sin embargo, desde otra perspectiva existe una "fórmula" que se aplica a todas las relaciones humanas y, por supuesto, me estoy refiriendo a la palabra de cuatro letras que se llama amor. Los conflictos parecen disolverse cuando las personas viven de acuerdo con 1 Corintios cap. 13, evitando la jactancia, la irritabilidad, la envidia, los celos, el egoísmo, la impaciencia, la brusquedad, etc. La receta suprema para una vida armoniosa está contenida en ese capítulo de la Biblia y dudo que ningún nuevo "descubrimiento" lo mejore jamás.
¿De qué maneras son distintos emocionalmente los hombres de las mujeres?
Las emociones de las mujeres son influenciadas por tres funciones exclusivamente femeninas: la menstruación, el embarazo y la lactancia. Además, la glándula hipotálamo, que está en la base del cerebro, y que ha sido llamada "el centro de las emociones", aparentemente está diseñada de distinta manera en los hombres que en las mujeres. Por ejemplo, un shock o trauma emocional severo es interpretado por la glándula hipotálamo, la cual envía mensajes a la glándula pituitaria por medio de neuronas y hormonas. La glándula pituitaria suele responder cambiando la bioquímica de la mujer, quizá interrumpiendo el ciclo normal de la menstruación por seis meses o más. La fisiología femenina es un instrumento afinado con precisión, siendo más completa y vulnerable que la de los hombres. Yo no acabo de entender por qué algunas mujeres consideran que este hecho es un insulto.
¿Cuál cree usted que es la prioridad número uno de un padre?
Creo que la responsabilidad más importante de un padre es comunicar el verdadero significado del cristianismo a sus hijos. Esta misión puede ser comparada con una carrera de relevos en la que hay tres corredores. Primero, el padre de usted da su vuelta alrededor de la pista llevando en su mano el testigo (o sea el objeto en forma de palo que se transmiten los corredores) que representa el evangelio de Cristo. En el momento adecuado, él le entrega el testigo a usted, y usted comienza su carrera alrededor de la pista. Después finalmente llega el momento en el que usted debe poner el testigo en las manos de sus hijos, ¡con seguridad!. Pero como cualquier entrenador de carreras puede confirmar, las carreras de relevo son ganadas o perdidas al transmitir el testigo. Hay un momento crítico cuando todo puede perderse por medio de una torpeza o un error. Raras veces se deja caer el testigo mientras el corredor lo tiene firmemente agarrado, casi siempre es dejado caer en el momento en que es pasado por un corredor al otro. Si el fracaso va a ocurrir, es probable que sucederá durante el intercambio entre padres e hijos.
Según los valores cristianos que gobiernan mi vida, la razón más importante de mi existencia es poner, de una manera segura, el testigo, o sea el Evangelio en las manos de mis hijos. Desde luego que quiero ponerlo en las manos de tantas personas como me sea posible; Sin embargo, mi responsabilidad número uno es evangelizar a mis propios hijos. Espero que millones de otros padres estén de acuerdo con esta prioridad fundamental.
¿Cuál es la causa de la homosexualidad?
La homosexualidad tiene muchas causas, de la misma forma en que uno puede tener fiebre por diferentes razones. Sin embargo, por lo general, puede decirse que muchas veces la homosexualidad parece el resultado de una vida infeliz en el hogar, la cual suele incluir confusión en cuanto a la identidad sexual.
¿Cuál debiera ser nuestra actitud como cristianos hacia la homosexualidad?
Yo creo que nuestra obligación es aborrecer el pecado pero amar al pecador. Muchos hombres y mujeres que experimentan pasiones homosexuales, no han buscado ese estilo de vida; ha ocurrido por razones que no pueden recordar ni explicar. Algunos fueron víctimas a temprana edad de traumáticos encuentros sexuales con adultos que los explotaban. Tales personas necesitan ser aceptados y amados por la comunidad cristiana mientras se esfuerzan por cambiar la dirección de sus impulsos sexuales. Sin embargo yo no puedo justificar la ideología revolucionaria que toma las Escrituras e interpreta la homosexualidad como otro tipo de vida ofrecida a un cristiano. Los escritores de la Biblia, quienes fueron inspirados por Dios, no se habrían referido a la homosexualidad con tanta repugnancia, si ésta no fuera una perversión ante los ojos de Dios. Cuando esta perversión es mencionada en el Nuevo Testamento, siempre se le clasifica con los pecados más horrendos. Por ejemplo Pablo escribe en 1 Corintios 6:9-10:
"¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No eréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios." Romanos 1:26-27 describe la actitud de Dios hacia la homosexualidad en términos inequívocos: "Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun las mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío".
Hay quienes dicen que usted es demasiado autoritario. Creen que seguir los principios de usted estrictamente, creará mucha intolerancia y que el mundo ya tiene demasiadas personas que en efecto son pequeños dictadores. ¿Cómo responde usted a estas críticas?
Naturalmente, no creo que esa crítica sea justificada. Me he esforzado mucho en todos mis libros advertirles a los padres de los peligros de ser severos y opresivos con sus hijos. Usted no encontrará en ninguno de mis escritos una recomendación acerca de que las madres y los padres no hagan caso de los sentimientos de sus niños y niñas, o que usen un castigo excesivo para el comportamiento infantil. Lo que digo es que creo en el liderazgo de los padres; que a los niños se les debe enseñar a respetar la autoridad bondadosa de sus padres y maestros. Si eso me constituye en una persona autoritaria, que así sea. Lo único que puedo decir en respuesta, es que mis propios hijos viven en un ambiente de libertad que ha hecho posible el respeto mutuo entre ellos y nosotros. Esa moneda de dos caras está apoyada claramente en la Biblia, donde se instruye a los niños a obedecer a los padres, y se les advierte a los padres en contra de provocar a sus hijos a la ira. Me gusta esa combinación.